He encontrado viejos cuadernos, fotocopias de hace muchos años, rastros de qué sé yo cuándo. Me hace gracia ver cómo trabajaba: reescribir a mano una y otra vez, hasta dar con la frase adecuada dentro del párrafo, y otra vez desde el principio para mantener el ritmo...
He encontrado unos cuadernos de otro tiempo y he leído de personajes que tenía olvidados, he recuperado los flecos de historias que quedaron sin contar.
Y me gusta reencontrarme con todo eso. Que era yo hace diez, quince años. Otro yo, claro, pero también yo.
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