Treinta años separan estas dos imágenes. La primera, tomada por Viking I en 1976, constituye todavía hoy carne de leyendas y un puro festival camp de ensoñaciones (y de ilusiones conspiranoicas). La segunda, tomada hace unos meses por Mars Express, corta el aliento y renueva el sentido de lo maravilloso que más de una mirada desde lo prosaico estaba ya arrebatando a la exploración espacial.
Yo sigo mirando mi buzón a diario, por si las cartas desde lejanos destinos...
1 comentario:
Fascinantes, todas. Como siempre. Yo también me quedo colgado con las imágenes del cosmos, se siente una rara, suave, electricidad en la nuca viendo e imaginando con esto delante... Aún hay últimas fronteras reales.
Un saludo.
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