Se notan los cambios. En la calle, algunas tiendas han vuelto a abrir. Hay maniquíes desnudos en los escaparates, a la espera del cambio de atuendo de temporada. Los periódicos cambian su disfraz estival y vuelven al formato habitual.
Son cambios lentos, porque hoy es viernes y aún queda el fin de semana para que muchos se decidan a reintegrarse en el paisaje que transitarán durante los meses próximos.
La temperatura, eso sí, no parece que vaya a cambiar: el hielo empaña el cristal de la ventana y tengo todas las ventanas cerradas para que no se me escarchen los libros.
1 comentario:
¡qué bien...! el fresquito, la melancolía, los bosques, el rumor del viento, me encanta este mes...
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