jueves, 16 de abril de 2009

agridulce


Ayer me despedí de A, que se marcha (ya les dije: encontró trabajo de lo suyo, que es doble alegría), y me dijo que estuvo viendo la noche anterior Control (Anton Corbijn, ya saben, la biografía fílmica de Ian Curtis), y que muy bien, que merece mucho la pena.

Ayer fue, además, un día extraño, de cielo un poquito apocalíptico. Un día de frío en la calle y calor en todas partes.

(Es raro despedirse de alguien con alegría porque va a mejor y con la tristeza de saber que vas a verla mucho menos... Agridulce, como esa salsa tan rica.)

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