El mapa del tiempo es una curiosa novela que funciona como uno de esos números de ilusionismo en los que nada es lo que parece y cada caja tiene un doble fondo. Juega a ser steampunk y juega también a ser pura ciencia-ficción, y al guiño metaliterario, a la cita, a la referencia. Todo, encajado con buen pulso en un argumento de trampantojo narrado con, si acaso, un exceso de morosidad que la traviesa voz del narrador no consigue paliar, pero que puede entenderse como una cita más a una época y una manera de contar.
El mapa del tiempo habla de los crímenes de Jack en Whitechapel, y de viajes en el tiempo. Habla de H.G.Wells y de su máquina. Habla de un romance imposible trenzado en un puñado de cartas y habla de autómatas y nobles héroes humanos. Habla de universos paralelos y de paradojas temporales. Habla del poder de la imaginación.
El mapa del tiempo ganó el XL Premio de Novela Ateneo de Sevilla, y de su autor (Félix J. Palma) vi una fotografía en la que sostenía en las manos una edición absolute de La Liga de los Extraordinarios Caballeros. La imagen ilustraba una breve entrevista, o qué sé yo... pero me llamó tanto la atención que, una vez hojeado el libro, me animé a comprarlo. Y no me arrepiento: lo he pasado muy bien leyéndolo, que es justo lo que uno espera de una obra que se disfraza, desde sus primeras páginas, de homenaje al Romance Científico.
(El mapa del tiempo peca, eso sí, de edición aparatosa; a cargo de Algaida. Y le hubiera venido muy bien una última lectura por parte de un corrector de pruebas que nos hubiera ahorrado una colección sorprendente de erratas ortográficas...)
El mapa del tiempo habla de los crímenes de Jack en Whitechapel, y de viajes en el tiempo. Habla de H.G.Wells y de su máquina. Habla de un romance imposible trenzado en un puñado de cartas y habla de autómatas y nobles héroes humanos. Habla de universos paralelos y de paradojas temporales. Habla del poder de la imaginación.
El mapa del tiempo ganó el XL Premio de Novela Ateneo de Sevilla, y de su autor (Félix J. Palma) vi una fotografía en la que sostenía en las manos una edición absolute de La Liga de los Extraordinarios Caballeros. La imagen ilustraba una breve entrevista, o qué sé yo... pero me llamó tanto la atención que, una vez hojeado el libro, me animé a comprarlo. Y no me arrepiento: lo he pasado muy bien leyéndolo, que es justo lo que uno espera de una obra que se disfraza, desde sus primeras páginas, de homenaje al Romance Científico.
(El mapa del tiempo peca, eso sí, de edición aparatosa; a cargo de Algaida. Y le hubiera venido muy bien una última lectura por parte de un corrector de pruebas que nos hubiera ahorrado una colección sorprendente de erratas ortográficas...)
4 comentarios:
El escritor es aficionado a los tebeos de toda la vida.
En una entrevista que vi en ese espacio perdido en la programación de TVE, que es "Pagina 2", aseguraba que su idea inicial era ser guionista de tebeos ya que como autor completo no daría la talla al ser un pésimo dibujante. Una cosa llevo a la otra y acabó siendo novelista.
Así que no le debe de extrañar verle abrazado a un tomo de la Liga de Moore y O'Neil.
Un saludo
El argumento Jack el Destripador-Viajes en el Tiempo me recuerda a una peli...
Suena muy bien el argumento, muy Tim Powers.
El punto de partida suena no ya a una película... a cien películas, novelas, tebeos... La diferencia empieza enseguida, cuando la peripecia va adentrándose por vericuetos insólitos y sorprendentes.
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