A la hora de hablar de machismo y violencia de género uno acaba por no saber bien cómo abordar un problema que tanta gente parece no reconocer como tal. ¿Cuántas mujeres han muerto este año en España, víctimas de sus parejas o ex-parejas? La cifra asusta, como asustan las cifras ocultas: las de las maltratadas que no denuncian, las de los ciudadanos que miran para otro lado. Igual que asustan, además de asquear, actitudes públicas cada vez más comunes y hasta aplaudidas, gusanos (y gusanas, también) que bromean, quitan hierro, desvían la atención, banalizan, justifican. Fascistas de verbo grasiento que infectan cada vez más medios.
Rosa María Artal, hoy, escribe con vehemencia y acierto sobre el tema. Les dejo con ella.
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