martes, 5 de julio de 2011

breviario a cubierto

Imaginaba que la atmósfera en el trabajo se enrarecería... lo que no pensé es que fuera tan repentina la explosión... o tan bien orquestada, en fin. El caso es que está todo tan revuelto que se respira caliente... y el jueves hay una asamblea que se plantea ya desde la misma convocatoria como una encerrona... Y lo peor es que no veo que nadie haga por pensar por sí mismo...

En otro orden de cosas, M parece que va encarrilándose despacito, después de haberlas pasado putas... y todavía le queda, pero ahí está, más entera que ayer (y menos que mañana, seguro).

Hoy me he despedido de G, que empieza sus vacaciones. La echaré de menos.



Deprisa, deprisa... en un ratito, a la cama. Quedan dos días de curro: pueden ser muy largos, pero son dos, no más.

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