spaniard's playground

Estos días pasados ha habido un considerable revuelo a propósito de las opiniones que Eddie Campbell (autor admirado en esta casa, lo saben bien) ha ido elaborando en su blog después de su reciente visita a España y a propósito del asunto Novela Gráfica (ese espinoso tema del que habría que ir dejando de discutir, porque será blanco o no, irá o no en botella, incluso puede que no sea leche, pero estar está ahí, y parece que ha llegado para quedarse... y eso es bueno, creo). El tono irónico de alguna de sus afirmaciones (quizá no muy afortunadas, es cierto... pero había ironía y no creo, es mi opinión, que hubiera ganas de herir) ha sentado muy mal a determinadas personas. Hasta ahí, todo más o menos razonable.

El problema es que la gente de Entrecómics se lió la manta a la cabeza y ha ido traduciendo y publicando las entradas de Campbell al respecto (como tantas veces han hecho con tantos otros textos y entrevistas que han considerado interesantes por una u otra razón), con lo que el campo de batalla (o, no sé, el patio de recreo, más bien) se ha trasladado del blog de Campbell o los frágiles hilos de twitter al cuartel general de Berni, Mar y demás entrecomiqueros.

Hoy, Alberto "tío berni" ha colgado un texto en el que se arrepiente de haber propiciado el alboroto sobredimensionado del gallinero. Hubiera preferido decírselo en los comentarios, pero los ha dejado cerrados (para evitar, intuyo, más algarabía): no creo que haya nada de qué arrepentirse, compañero. Habéis hecho lo que venís haciendo durante estos años: proporcionar información de la manera más neutra posible, sacrificar vuestro tiempo y contagiar vuestro entusiasmo. Os habéis ganado a pulso el respeto de todos, y un rifi-rafe de más o de menos no puede cambiar eso. Con respecto a todo lo demás... somos ya mayorcitos todos. Que cada palo aguante su vela.