Puente patriótico a la vista.
Mientras tanto, termino de leer el Mighty Love de Chaykin. Un trabajo sólido que demuestra lo que muchos sabíamos: el pulso de este hombre a la hora de construir historias, el surround system (por así decir) de sus páginas, no sólo no se ha diluído con los años, sino que ha ido a más, se ha estilizado. Y de un argumento elemental, discretito y que a muchos otros se les hubiera desmoronado entre las manos, consigue destilar un álbum dinámico y efervescente, lleno de energía e ingenio.
(En el debe, problemas ya conocidos por todos: una galería de rostros demasiado similares entre sí, alguna solución gráfica discutible, cierta torpeza a la hora de encajar las figuras, demasiado envaradas casi siempre... Pecata minuta, diría yo, a la hora de disfrutar de la lectura del libro.)
Tengo pendiente, también, el último Tatsumi de La Cúpula (historias tristes para el domingo... puf...).
El sol entra a ratos por la ventana... (El blog climático, ya saben...)