Un día largo. Tras levantarme de puro milagro y con muchas ganas de morirme en un rincón, tras ir a clase y pasarme por casa de Lorenzo, tras una comida no del todo frugal y una lenta tarde de trabajo rodeado de auténticos rebaños de adolescentes (como esas estampidas de ñus del National Geographic), volver a casa y tomarme una cerveza fría después de cambiarme es casi como una antesala del cielo...
En el metro, Endymion. Lectura rápida. Una ensalada de ideas impactantes, un par de imágenes de tremenda fuerza visual, casi cien páginas en estos dos días. Simmons lo hace bien cuando se lo propone, desde luego...
Y sueño, mucho sueño... La cabeza cargada y muchas ganas de meterme en la cama...
Ya mañana...