domingo, 28 de mayo de 2006

de lecturas (con retraso)

Llevaba días queriendo comentarles. Pero la semana, ya lo han visto, ha sido larga; y yo no he estado lo que se dice locuaz. (Semana larga y mes eterno, por cierto.)

He estado leyendo algunas cosas, creo que ya les dije hace días. Cosas con cierta enjundia y cosas banales. En ambos casos he disfrutado, por diferentes razones.

Por ejemplo, recibí Alex, de Mark Kalesniko. Aquí conocemos Novia por correo, su trabajo más reciente. Alex tiene ya unos cuantos años. Estamos ante una obra primeriza, con todos sus pros y sus muchos contras. Por un lado, la impostura autobiográfica: el protagonista es un trasunto obvio del propio autor; no está claro que la peripecia, en cambio, también lo sea. (O eso espero, al menos: el patetismo me repele un poco... cuando es tan gratuito.) Por otro lado, el trabajo de narración, de tempo, de ritmo interno: más que notable en sus resultados. Y, por supuesto, la gráfica, de una eficacia sorprendente, pese a una torpeza que quizá sea, también, impostada, no sé bien...



¿Qué se cuenta? Pues, en pocas palabras, la vida monótona de un dibujante que trabajó para los estudios Disney y ha regresado a su pueblo para descubrirse a sí mismo atrapado en un pozo del que se empeña en no querer salir, un pozo de alcohol y autocompasión en el que su mayor deleite parece ser chapotear, balbucear y esconderse de quien le conoció en su adolescencia.

Pese a lo que pueda parecer, la lectura merece la pena. Es un trabajo sólido que quiere ser emotivo sin atreverse a ahondar, sin abandonar los estereotipos más reiterativos del malditismo de salón.


¿Más? Sí: First thunder, un primer encuentro entre Superman y Shazam guionizado con oficio por Judd Winick y que cuenta con imágenes del sorprendente Joshua Middleton. Un libro bien editado que recoge las cuatro entregas de la miniserie del mismo título y que uno lee sin despeinarse. Un libro que guardaré por el trabajo gráfico de Middleton (que ya firmó algunas entregas de NYX, un culebrón de mutantes adolescentes guionizado por Quesada), espectacular, elegante, limpio. (¿No conocen su blog? Lo tienen abajo, a su derecha, en la columna de recomendados...)


Leí, además, The war of the worlds, adaptación de la novela de Wells a cargo de Ian Edington y D'Israeli y editada por Dark Horse. Un trabajo excelente, fiel y luminoso que desde ya recomiendo a todos los aficionados a la ciencia-ficción clásica en general (y a la obra de HGWells en particular).


Tengo sobre la mesa, para leer, los siguientes álbumes (que he ido amontonando durante las últimas semanas, y que confío en ir pasando al limbo de lo ya leído en breve): El Guitón Onofre, de Luis Alberto Cabezón y KB, de Kabemayor Ediciones; Los defectos del futuro, de Émile Bravo, editado por Brosquil; Francografías, de El Cubri, editado por De Ponent; de Dibbuks, el Cumpleaños turbulento de Nabiel Kanan, Tres días en Europa de Antony Johnston y Mike Hawthorne, el primer libro de La Cofradía del Mar de Nancy Peña y Pánico entre chuchos, de Jean-Christophe Pol.

Como para echarse a dormir...

Ejem.

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