Murió Alex Toth, uno de esos maestros que todo el mundo cita y cuyo material es difícil de encontrar (y, a menudo, decepcionante en su lectura: qué guiones pedestres le tocó ilustrar...)

Demostró como pocos las bondades del menos es más. Dibujó como nadie lo hacía desde los tiempos dorados de Crane y el mejor Robbins. Narró con una economía y una eficacia modélicas. Se ganó a pulso una áspera fama de recluso cascarrabias e iracundo. Dejó páginas, imágenes, memorables.

_____________________________Que descanse en paz...
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