miércoles, 2 de enero de 2008

de papel

Ayer mismo, curioseando en la columna de favoritos me tropecé, en casa de Joaquín, con la dirección del blog de Rubén Garrido. Fue toda una sorpresa, y durante un buen rato no pude evitar el acceso de nostalgia. Porque Rubén y sus trabajos en el Madriz fueron para mí uno de esos revulsivos que te hacen desechar ideas apolilladas y enfrentarte a las cosas con otra mirada, uno de esos impactos que te cambian la vida (aunque sea en pequeñas dosis, con minúsculas).

Recuerdo que yo andaba empezando mi mili por entonces, muy a finales del año 84, cuando apareció el primer número de Madriz. En la última página había una plancha de Rubén Garrido, la primera de lo que sería su serie Destino: Madrid, que narraba el día a día de un soldadito que hacía su mili en la capital. Yo, entonces, no sabía quién era, y para cuando llegué a esa última página me había visto ya sacudido por los trabajos de Federico y de El Cubri, entre otros, pero no pude evitar detenerme en ella y respirar hondo al terminar de leerla.

No tardó en aparecer un experimento de similares características al Madriz en Andalucía: La Granada de Papel. Por entonces, casi se puede decir que no había ayuntamiento o comunidad autónoma que no quisiera tener su tebeo. Y, en La Granada de Papel, no estaba solamente Rubén: estaban Paco Quirosa y Joaquín López Cruces, por ejemplo. Si el tono general, intimista, de la revista madrileña venía matizado siempre por una atención a veces excesiva a la experimentación gráfica, los de Granada optaron directamente por la narración: contar historias en formato breve, sí, y de tono personal, íntimo o costumbrista. La cabecera duró muy poco, un suspiro, pero en sus páginas se atesoran un puñado de historietas que, todavía hoy, valen su peso en oro. Y muchas de ellas están firmadas por Joaquín y Rubén.

Con el tiempo, Rubén intentó lo experimental y recuperó la herencia de Bruguera en una serie de trabajos memorables, algunos de ellos de carácter pedagógico (explicó los andamiajes del tebeo mucho antes de que a McCloud se le ocurriera dibujarlos, o casi). Joaquín abordó la experiencia de "lo profesional" en Norma, de la mano de Mª Isabel Santisteban (guionista maravillosa), y el resultado fue Sol Poniente, que luego se recogería en un libro inencontrable hoy.

Después, el silencio. O poco menos.



Hoy, después de tanto tiempo, reencontrarse con los trabajos de Rubén, después de haber recuperado a Joaquín en las páginas de Humo, produce una alegría extraña, melancólica. No ya la melancolía de esos años pasados, si bien es cierto que algo de eso sí que hay. Es la alegría contradictoria de quien tropieza con un viejo amigo, uno de esos con los que podría continuarse una conversación interrumpida hace diez años como si no hubiera pasado el tiempo... alegría contradictoria porque sí ha pasado el tiempo, y si dejo pasar unos días sin afeitarme se me entreveran unas cuantas canas en el mentón, y ya las cosas no se perciben como cuando se leyeron por vez primera, ni los cigarrillos saben igual.

Pero ayer, después de leer un comentario sobre Sol Poniente en la bitácora de Joaquín, precisamente, después de pinchar el enlace que me llevó al blog de Rubén, me entretuve en hojear despacito el álbum de aquél, y me entretuve en hojear despacio el Así veo el tebeo de éste... y sí, el tiempo ha pasado pero hay cosas que no cambian, y da gusto recuperarlos y descubrir que los años no han hecho más que añadir hondura a sus páginas, y también frescura.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Coincido con tus opiniones sobre Joaquin y Ruben. Es una lástima que no hayan continuado en el mundo del comic, como tantos otros autores españoles.

Anónimo dijo...

Joaquín, Rubén, y las primeras historietas de LPO en Bang!: tres de los mejores secretos de la historieta española...

Mario Lucioni

Rubén Garrido dijo...

Hola, soy Rubén.
Muy majas las cosas que dices.
El tiempo ha pasado, menos mal!, pero el trabajo que hicimos sigue leyéndose requetebien.
Yo desde siempre he utilizado la historieta para contarme a mí mismo.
Es lo que se hace ahora. No me adelanté a mi tiempo, cosa que es fisica, biológica, sicológica y socialmente imposible: los demás iban atrasados, simplemente.
Pásate por el blog que estoy haciendo sobre Cuyás.
Es un pedazo de historietista que espero q te guste
http://www.cuyasycristina.blogspot.com/
Estás invitado.
Muac
Rubén

rubén