domingo, 13 de enero de 2008
domingos
Están esos ratitos de sol que se cuela por la ventana, y aunque uno sabe de sobra que la luz de oro engaña y el azul del cielo es azul de hielo, apetece quedarse mirando, de pie, las manos en los bolsillos, quedarse mirando mientras suena la música bajito y el periódico está sobre la mesa, abierto de par en par y a medio deshojar. Mirar la calle, la acera, la fachada de enfrente a contraluz.
Es domingo y ayer avisaron de que la tarde vendrá lluviosa, y me quiere venir a la cabeza una frase de alguien que leí hace unos días no sé dónde, una frase sobre los domingos y la tristeza que suelen infligirle a la semana y a los que por ella transitamos, pero no consigo recordarla. Era divertida. Irónica, en fin. Pero esta memoria, cada vez más acorchada...
Tampoco importa. Sí importa más (sin exagerar, que estamos a mediados de enero y conviene no hacer aspavientos a lo tonto) que hay por ahí un puñadito de libros que querría tener ahora mismo a mano, cosas que me está apeteciendo leer y aún no tengo (o cosas que me está apeteciendo tener y a lo mejor luego no leo, pero): algún Kawabata que, me consta, anda por ahí, en castellano; lo de Esther Tusquets, que me llamó la atención mucho en su momento y que seguramente sí leeré en cuanto que caiga en mis manos. La biografía de Schulz, que estará de camino, creo. Lluvia negra, novela que dio lugar a una película desoladora y bellísima de Imamura. (Y, como de costumbre, enumerar títulos, autores, se convierte casi en declaración de intenciones. O en barómetro emocional. O qué sé yo... igual en eso mismo: en costumbre.)
Por lo demás, el retorno al trabajo está ahí ya, a la vuelta de un par de días. No es algo que me robe horas de sueño. Al contrario: como siempre, está la perspectiva de reencontrarme con mi gente (y eso es lo mejor). Pero también la de reintegrarse a una rutina cada vez más hiriente, de desgaste y desánimo crecientes. Lo uno por lo otro y la casa sin barrer...
(Y esta noche, en Cuatro y a las 21'30, The closer, tercera temporada. Una serie memorable que, por lo que me han adelantado los que la ven en digital, no decae en ningún momento.)
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4 comentarios:
Qué post más bonito...es como ver la película de nuestras vidas...con música y todo...eres un cineasta-bloguero.
Haré caso a tu recomendación y veré The Closer ;)
un beso dominguero desde el sur
Gracias!!!
(Tú hazte con The closer: verás como no te arrepientes...)
Yo le añado otro, que es casi obligación recomendarlo.
El aliento del cielo
Carson McCullers
Ed. Seix Barral
Reúne toda -casi toda- la penetrante, hipnótica y sobrecogedora obra de la escritora americana.
Turbadora genialidad.
Nadie ha reflejado de una forma tan extraña y tan moderna, tan palpable y tan sin mensaje la soledad, el fracaso, la frustración, la necesidad de amar y, sobre todo, de ser amado.
Eso es escribir.
Caramba... Anotado queda.
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