Que estarán al tanto ya, claro: cumple el autor de Bloodstar, Mundo Mutante o Den cuarenta años en esto de los tebeos, y desde un espacio excelente dedicado al rescate de su obra se propone una especie de festín digital en torno al aniversario con participación de quien quiera apuntarse. Por supuesto, me ha faltado tiempo para alistarme. Y ahora, mientras rumio lo que me gustaría contarles sobre Richard Corben, o sobre mí y las historietas de Corben, en fin, me asalta la duda: ¿releo los viejos álbumes que tengo guardaditos, bien archivados en mis estanterías, en la C, o hablo desde la melancolía y el recuerdo? Y la duda no viene de que la obra de Corben haya envejecido; me consta que no. Casi apuntaría lo contrario: seguramente es ahora más moderna y fresca de lo que fue nunca. No sé... yo diría que la duda viene porque si me pongo a leer esos tebeos, los que he citado más arriba y otros: Las 1001 noches, las diferentes antologías de Toutain, Rowlf, no me quedará tiempo para contarles a ustedes lo mucho que supuso su descubrimiento entonces, en los años ochenta.
Así que en esas estoy... Permanezcan atentos a la pantalla y vayan, en la espera, leyendo lo que otros han escrito, que el señor Brood lo está centralizando con puntualidad.
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