Pues, en efecto, ganó quien temíamos.
Allá, digo; en el Imperio.
Arrasó, más bien.
Quizá lo apropiado hubiera sido abrir este post mínimo con una imagen en negro. Algo que diera idea del luto que a uno se le ha instalado en el alma... por ahora. (Que mañana será otro día, y seguro que otras cosas se nos colarán en lo inmediato que nos hagan olvidar al paleto por excelencia, ese hombre, ese President.)
Qué importa...
Sí importa que, ayer, mientras compraba mis caprichos de cumpleaños en Madrid Cómics, comprobé que tenían a la venta esa exquisita caja que reúne los dos primeros tomos de la edición integral de Peanuts que Fantagraphics está haciendo.
Dado que tengo el primero, y el segundo anda de camino (lento, pero de camino)... sólo pude rabiar sin que se me notaran las lágrimas.
Debería hacer los deberes de inglés...