domingo, 28 de mayo de 2006

hasta los...

Nada, dos cositas.

Que ahora resulta (maese Iker dixit, no hace ni diez minutos) que Cervantes no es que fuera, o pudiera ser, judío converso, sino poseedor de sabiduría ancestral y misteriosa, conocedor de la cábala y qué sé yo qué más... (Y que igual La Mancha no era La Mancha.)

Joder. (Muérete de envidia, Dan Brown.)


Y otra cosita... Es oficial: estoy hasta los cojones de Rocío Jurado y la parafernalia pre-mortuoria montada a su costa.


Nada más. Buenas noches...

8 comentarios:

maria josé dijo...

¡Dí que sí, que tienes razón, desahogate!
Y ya que estamos, yo venga de darte pistas y tú, nada...
:)

"un saludo"

Octavio B. (señor punch) dijo...

Ay mi Rocío...
Sobre todo me viene el post al pelo para despotricar. Hay en mi entorno quien, del modo más lamentable, zapea como una descosida buscando la última, que se nos muere, que ésto cae por su peso...
Entiendo que si respetas, admiras a un artista, te interese (moderadamente) su estado de salud. Pero si de toda la gente que devora esta muerte anunciada hay alguien que me puede decir el nombre de dos, sólo dos discos originales de la Jurado (originales, no refritos de éxitos), que levante la mano.
Morbo necrológico, es lo que hay.

Anónimo dijo...

Justo cabreo Don F.

Aunque la cosa es aún más grave , las "teles" no hacen otra cosa que adr a la gente lo que quiere.

En cuanto a lo de Cervantes, en esto ha acabado los fastos del 4º Centenario: en dejarle convertido, para el común de los televidentes en un trasunto de Nostradamus y la Bruja Lola.

¡Ays!

Anónimo dijo...

Espero que lo de Cervantes se acabe ahi y no tengamos que sufrir otro "codigo oportunista" por lo demas casi siempre de acuerdo.

Anónimo dijo...

También en esto la Calvo da la talla, ¿se han fijado?

Anónimo dijo...

Con perdón... no me afecta.

Lo de la Jurado, digo.

La mía fue siempre la Panto.

Canta, no vocea; y mueve la cola con tronío y eso...
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Anónimo dijo...

Don J, es usted un sibarita.

Anónimo dijo...

Es que uno puede llegar a imaginar lo que haría Isabel con las maravillosas canciones de Manuel Alejandro (un mafiano peligroso por otro lado, eso sí...).
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