A ver.
Hombre, después de que se aprobara en dos Parlamentos (catalán y central), después de que se aprobara en referéndum, llevarlo al Constitucional me pareció un despropósito.
Con independencia de que en el famoso referéndum votara la mitad, o menos, de los catalanes. El caso es que, de los que votaron, la mayoría lo hicieron a favor. A los demás les daba más o menos igual, y me pareció entonces bien.
Con todo lo que ha ido pasando, de toda esa gente a la que le daba más o menos igual se le han ido inflando los cojones a un porcentaje seguramente muy alto. Lo que, a la postre, ha acabado por cristalizar en una manifestación tremenda, multitudinaria. Que dicen por ahí (desde el PP, los mismos que denunciaron al Constitucional, los que montaron el boicot a todo lo que pareciera catalán, ya saben...) que no es representativa, pero que a la vez es gravísima, un atentado.
Y a mí me parece que las cosas se están enredando porque sí, a lo tonto y un poco (o un mucho, en fin) por joder. Que ni tanto ni tan calvo.
Pero entiendo, eso sí, que la gente se eche a la calle.
(Y aplaudo, aunque suene idiota, que, por una vez, haya abierto los telediarios una noticia que no tiene que ver ni con el fútbol ni con pulpos clarividentes.)
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