jueves, 8 de julio de 2010

breviario a punto de acostarnos


Ah, pues la reunión ha ido bien. Claro que es que no estaban los infiltrados: ni skrulls, ni zánganos, ni golfos apandadores. Eso sí: ya veremos cómo se las arreglan para intentar echar abajo lo que hemos empezado a poner en pie hoy... que lo harán, eso seguro.

Por lo demás, bien. Tarde de tormenta, larga y un poco lenta. Último día de trabajo hasta que el mes se adentre en su última semana. Quedan por delante muchos deberes de los de con mucha prisa y un par de papeleos que ya les contaré más despacio (y que harán de lo que queda de año un tiempo muy atareado, me parece).

Y un viajecito a Gijón, además.



Mientras tanto, las chicas cenan hoy en la casa nueva de A (hay espinacas frescas en la lista de la compra...). Y M, en Madeira, duerme cada noche con manta...

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