Hoy, en El País Semanal, el amigo Marías se despacha contra las hipotéticas futuras Olimpiadas madrileñas. Poca gente lo entenderá.
Yo, humildemente, estoy con él. (Él lo explica mejor: esta ciudad es ya un caos de zanjas y obras inacabables, el reino de la especulación urbanística y los chanchullos inmobiliarios; la preparación de las Olimpiadas será más de lo mismo, corregido y aumentado. Caos durante los próximos años a cambio de unas semanas de celebración deportiva y una ciudad que, después, será más cara, probablemente más desordenada, si cabe; y más endeudada...)
Por lo demás, hace sol también hoy. Y también hoy ha hecho un frío de pelotas por la mañana...
(Luego, a lo mejor, les cuento más...)