viernes, 7 de enero de 2005
tarde de viernes
Grandes momentos...
Ay, si se para uno a pensar, cuando la gente de El Jueves edita un álbum de este hombre (Manel Fontdevila), está asegurado un buen rato de lectura ligera, divertida y hasta estimulante.
Ya les dije: compré este número 50 de Nuevos Pendones del Humor y lo leí inmediatamente. Es decir... justo después de comer. Sin retirar la mesa... Me reí. A carcajadas, en más de una ocasión. Y no dejé de observar, además, la variedad de registros de que Manel hace gala para, dentro de un mismo género, dentro de las rígidas condiciones que la página semanal impone, convertir cada entrega, cada historieta, en algo fresco. (A veces, incluso... inesperado, sí; eso tan raro en nuestros tebeos, y eso tan raro, también, en nuestro humor.) Sin traicionar las convenciones. Sin perder de vista al lector.
Me gustan los personajes. Me producen... incluso, ternura, ya ven. Especialmente ella. No sé por qué... En cualquier caso, creo que uno de los puntos fuertes de lo que este hombre hace es justo ese: la creación de personajes creíbles, cercanos.
(Por cierto, que las cincuenta entregas de esta nueva etapa de Pendones del Humor deberían ser, en sí mismas, una noticia, supongo. Y tendría que generar, la noticia, una reflexión. Ya saben, en torno al humor y los tebeos, por qué tanta gente lee El Jueves pero no se acercaría ni con mascarilla a otra revista de historietas.)
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En otro orden de cosas... he estado viendo algunas cosas estos días. Por ejemplo, La señal, relectura norteamericana de Ringu. (Me gustó mucho la película japonesa: turbia, perturbadora; esta versión educada y ordenada, con una muy correcta Naomi Watts, tiende a ser más clara, con vocación de explicar las cosas. No está mal. Provoca inquietud: no es poco, hoy.) Por ejemplo, Jeepers Creepers, una cosa de mitologías de carretera y manta, resuelta con más dignidad de la que esperaba. (O acaso me pilló con la guardia demasiado baja; no descartemos nada...) Por ejemplo, una nueva versión de Salem´s Lot, la novela de Stephen King que ya adaptara de forma chapucera Tobe Hooper, hace muchos años (¡con David Soul!), para la televisión. (Nueva versión, por cierto, atmosférica y muy bien resuelta. Adictiva. A ver si hubiera suerte y algún canal... o una edición decente en DVD...) Por ejemplo, un largo coreano titulado Memories of murder (si mal no recuerdo), extraño e incómodo, pero muy brillante.
¿Más? Algunas entregas de Muertos como yo. Algunos capítulos de Urgencias III. (Todo ello, muy disfrutado aquí, a este lado de la pantalla.)
Se acaban las vacaciones en cosa de... ¿tres días?
Caramba...