El texto lo firma Lillian Hellman (The Children's Hour, en el original), la versión es de Fernando Méndez Leite y hay con ella, sobre el escenario, gente de la talla de Cristina Higueras o, sobre todo, Fiorella Faltoyano.
Da gusto hablar con C un ratito y verle la ilusión en la cara...
(Hace esta mañana, por cierto, un frío que pela... Abríguense...)
3 comentarios:
Lo que pasa es que en el segundo "Children's Hour" cinematográfico de Wyler, ese medio-primer plano de la Hepburn con el gesto pensativo (muy pensativo), evolutivo en su eficaz y poderosa dinamicidad acentuada, un gesto que habla sin decir nada, que profundiza y percute de manera tan brillante y eficaz en los entresijos de la comunicación imagen-espectador, ese medio-primer plano, digo, montado sobre esa ida-retorno a la casa donde la MacLaine se ha quedado sola con no se sabe (pero se esboza una intuición, un pálpito subyacente) oscuras pretensiones...
Pues eso, esos gestos, esa magia se escapará en una función teatral.
Es un suponer.
Una estupenda obra.
Seguramente supone usted bien, amigo JJP...
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