Gris de acuarela densa. Amenaza lluvia; de la que cae de golpe, de la que chorrea y borbotea y te empapa hasta la médula. De la que en diez minutos anega la calzada y se retira luego para dejar paso a un cielo de un azul tan puro que es de no creérselo.
Ayer, momentos memorables. Por un lado, noticia de un crimen, quizá pasional, con esa pátina cutre y polvorienta de lo pasional a martillazos, de la sangre reseca en el suelo y los polvos de talco rancios. Por otro lado, una señorita que se peina el pelo largo y, soñadora, murmura para sí "un año y medio ya sin amantes", y se ríe... y uno tiene que reírse y escribirlo aquí, para dejar constancia de que estas cosas pasan y la vida está tan llena de absurda poesía como pueda estarlo la mejor ficción.
Y, mientras desde la ventana vigilo si la gente abre o no los paraguas, mientras la penumbra avanza por el salón y me obliga ya a levantarme y encender la luz, tomo nota: por fin, pronto, uno de mis proyectos más queridos acabará por cuajar en papel impreso... y hasta aquí puedo contar hoy.
Buenos días a todos...
1 comentario:
Ha llovido, amigo, no sé si a cántaros porque estaba en mi bunker y no lo he visto bien, pero notaba el gris del cielo a través de la ventana.
Me alegro de que vaya a salir a la luz ese proyecto tuyo. Ya nos dirás.
Un abrazo.
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