A ratos perdidos voy clasificando las entradas antiguas, una tarea lenta que todavía llevará su tiempo, pero una tarea que me permite redescubrirme en breves instantáneas de hace dos años, un año, seis meses... Un ejercicio intrigante...
Como soy como soy, cuando inauguré el invento de las etiquetas de archivo lo hice a tontas y a locas, sobre la marcha, sin darme cuenta de que igual hubiera necesitado alguna para cine, para televisión... Tarde: si me planteo volver a repasar todas las ya etiquetadas para reclasificarlas, me dan sudores fríos y como mareos... así que no va a poder ser.
Les cuento aquí, de todas formas, lo que hay, para que ustedes se puedan orientar.
Vida en Marte agrupa justo eso: entradas personales, de esas que hablan del tiempo, de la lavadora, de mi gente, de lo que hago cada mañana... (Casi me atrevería a decir que son la parte del león, las que definen este espacio como lo que es: mi espacio.)
Pistas viene a ser el cajón de sastre, una etiqueta que agrupa convocatorias y títulos de películas, obituarios y enlaces a otras bitácoras, curiosidades... Busquen aquí lo que en ningún otro sitio van a encontrar, que igual aparece...
Pabellón de lecturas viene a ser una colección de reseñas, sea de libros o historietas. Abundan menos de lo que yo mismo pensaba: lo mío, está claro, es mezclarlo todo...
Fauna y flora recoge pequeños textos que pueden ser de creación o bien meros apuntes, íntimos, de mi gente, de mis cosas. Sé que la definición es poco clara, pero es lo que hay... Cosas que se escapan entre los dedos, relámpagos nocturnos.
La ciénaga viene a ser un sumidero en el que se habla de política y de políticos, y de obispos, y de otras cosas por el estilo.
Ventanas agrupa una serie de entradas, casi siempre sin texto, en las que fotografío lo que me rodea. El título, un feliz hallazgo, se lo debo a la amiga MJ.
Arqueologías apenas si reúne un puñado de recuperaciones de trabajos antiguos, bien textos que quedaron inéditos o que se perdieron, bien historietas que ya nadie recuerda. Quizá, con tiempo, haya más entradas bajo este epígrafe...
Imagino que alguna otra etiqueta se me irá ocurriendo sobre la marcha, lo que complicará la cosa un poquito más... pero, por el momento, es lo que hay. Iré, despacito, añadiendo entradas a sus correspondientes cajoncitos. Despacito.
Mientras tanto, el domingo va deslizándose hacia la noche...
6 comentarios:
Sobre todo, no se crispe y no tenga prisa que las cosas despacito salen mejor.
Que gusto cuando todo está ordenado y en su sitio preciso, ¿verdad?
Hay veces que el proceso también genera un gustazo insustituible, pero son tan pocas esas veces...
Besitos
No, si yo voy a mi ritmo... y sí, en el proceso uno va descubriendo cosas que ni recordaba, y que están muy bien.
En su propia bitácora es cierto que uno descubre escondido en una frase, un recuerdo, un momento. A veces es bonito, otras evoca un dolor inmenso. Yo personalmente no puedo releerme mi propia crítica al último capítulo de la saga Star Wars, por temas personales. Otros posts, claro, son jubilosos. Es un algo especial que tienen los blogs, un anclaje a nuestra propia vida que no se encuentra así en ningun otro lugar (ese exhibirse al mundo sabiendo que el mundo no siempre podrá leer entre líneas, ni menos asociar un post a la vida y vivencias personales de su autor)
Por lo demás, textos apresurados, aciertos y desaciertos en estilo, incluso arrepentimientos en tus propios criterios... sí, tiene vida, este invento
Y ánimo con las etiquetas... le entiendo muuy bien :P
Por la parte que me toca, muchas gracias, me hace usted un honor...
No se coma usted el coco, que así está muy bien organizado. Y si algo quiere cambiar, ya se hará en su momento, poco a poco.
Besos!
A cada uno lo suyo, señorita... y no me como el coco, no tema... que uno luego se da cuenta de las cosas, pero vamos, las cosas son como son y si a mí me vale así...pues eso.
Buenas noches.
:)
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