domingo, 18 de mayo de 2008
back in time...
Y había más libros y revistas que nos abrían los ojos entonces, hace muchos años. Aquí, en Madrid (cuando le quedaba aún tiempo para ser Madriz), íbamos de excursión a Espasa Calpe, en la Gran Vía. (La de mañanas que habré yo pasado allí, en horas de clase.) En la segunda planta, si no recuerdo mal, había una sección que incluía tebeos y libros de ilustración de fuera. Tenían incluso fanzines, una extraña cosa que no sabía bien qué eran y cómo funcionaban... Lo he escrito más veces, y volveré a hacerlo a poco que tenga excusa: allí hojeábamos hasta el cansancio los libros de Frazetta y dos o tres entregas de Troya/Trocha; allí sobábamos hasta la erosión el mamotreto legendario: The Smithsonian Collection of Newspaper Comics. Allí descubrimos el Heavy Metal americano, y en él las páginas de Chaykin y de Valerian. Y allí nos tropezamos con títulos como Fan de Fantasía y Terminal. El primero lo editaba el señor Lago (que entonces debía ser un chaval pero era ya, qué duda cabe, un señor) e incluía ilustraciones de Rafa González (que luego firmó Negrete) o de Corben, y de artistas ingleses cuya firma no conseguí descifrar nunca. El segundo, de travesía más breve, lo editó Lorenzo Díaz, y fue otro descubrimiento demoledor: Alex Niño, por ejemplo. (A Lago lo conocería más tarde, y en cuanto a Lorenzo, ya ven, casi somos ya siameses honorarios. En lo creativo, quiero decir. Separados al nacer, eso sí. Imagino que fui yo el que vendieron al circo...)
Qué tiempos, hay que ver...
Espasa Calpe, ahora, no es lo que era, y la sección de historietas que han abierto está más que desangelada. Entonces, allí arriba, mientras uno iba a la busca de tesoros se tropezaba con otros hallazgos equívocos del momento: El libro rojo del cole, por un poner, que fue retirado de la circulación al poco de que lo tuviera en mis manos. Algún opúsculo firmado no recuerdo si por Baader o por Meinhoff. (Sí, esa pareja feliz.) Hoy, los tebeos comparten espacio con los saldos de distribución. No hay color, no sé si me explico...
Todo esto viene a cuento de otro libro que por entonces (quizá algunos años después, pero muy pocos: ya con Toutain en la cresta de la ola, me parece) rompió moldes: The Studio, ya les contaba esta mañana.
En fin, que el domingo se va acabando, han caído dos o tres chaparrones y es hora ya de poner las noticias en la tele. Les dejo aquí abajo una cancioncilla que no se me va de la cabeza...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
En Asturias teníamos algo parecido, dos librerías de Gijón llamadas Musidora, ya desaparecida, y Paradiso. En Paradiso se sigue sintiendo un poco de ese "pellizco", aunque todo ha cambiado demasiado.
Por suerte mi hermano era un buen conseguidor de materiales, como el Fan de Fantasia, Heavy Metal, Nueva Dimensión, los libros de ilustración de Tyger -Woodrofe, Vallejo, que ahora me da un poco de "repelús"...-, los primeros libros de Frazetta que llegué a ver, los tebeos del rollo, cosas de Ceesepe y Crumb... ahora resulta todo tan "fácil" que se han perdido algunas sensaciones.
Puf, los libros de Tyger, es verdad... qué vértigo...
:-)
Publicar un comentario