Eso, que llueve. Que anoche llovía desde antes de meterme en la cama. Que ha estado lloviendo desde entonces. Que por la ventana se cuela un olor húmedo y una brisa fresca que ya se echaba de menos. Que está gris el cielo, embozado. Que amenaza más lluvia. Que, dicen, lloverá los próximos días. Y que menos mal, porque al sol ya empezaba a no poderse estar...
Y que la mañana está muy callada todavía...
2 comentarios:
Jo.
Barcelona luce radiante desde los chubascos del Saló.
Que no digo que sea feo, al contrario, y las chicas aligeran sus prendas (mientras yo me doy con las farolas). Pero unas gotitas no vendrían mal, que en breve nos asamos.
(Ah, pero lo bueno que tienen estos tiempos es que las ropas de las chicas son siempre, siempre ligeras. En detrimento de las farolas, eso sí; allí y aquí.)
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