El domingo pasó entre mucho barullo. Los periódicos estaban francamente divertidos, casi grotescos: que si el sastrecillo valiente, que si el engominado indignado... una guasa. Estuve en buena compañía y la gente vino, en general, menos tocapelotas que el sábado.
Por lo demás, la semana se presenta corta y salteada y el cielo sigue azul, que no es poco.
Por lo demás, la semana se presenta corta y salteada y el cielo sigue azul, que no es poco.
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