En Babelia, hoy, Carlos Boyero demuestra que también tiene días buenos (y blandos) y que también él escribe de oídas a veces: menos mal que el amigo Moore no lee castellano. Por lo demás... Max.
lo mejor del artículo de Boyero es esa radiografía, involuntaria, de una sociedad ideal en la que el cómic no es una rareza sino entretenimiento mass media. se describe como ese comprador que no es un entendido pero que no desprecia al cómic y reconoce que hay autores e historias que van con él. Prototipo francés, o suizo. No español, je...
Esa sensación he tenido yo también. Tiene pinta de no ser una reseña sino un texto promocional, casi de encargo que se podría escribir sin el mínimo problema sin haber ido al cine. Compararlo, por ejemplo, con la crítica a "Los abrazos rotos", donde se desmigajan detalles y se escribe sobre instantes concretos da para pensar eso y un poco más.
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lo mejor del artículo de Boyero es esa radiografía, involuntaria, de una sociedad ideal en la que el cómic no es una rareza sino entretenimiento mass media. se describe como ese comprador que no es un entendido pero que no desprecia al cómic y reconoce que hay autores e historias que van con él. Prototipo francés, o suizo. No español, je...
Esa sensación he tenido yo también. Tiene pinta de no ser una reseña sino un texto promocional, casi de encargo que se podría escribir sin el mínimo problema sin haber ido al cine. Compararlo, por ejemplo, con la crítica a "Los abrazos rotos", donde se desmigajan detalles y se escribe sobre instantes concretos da para pensar eso y un poco más.
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