Cuando Ángel de la Calle me propuso hacer algo para el libro de Pepsi de la Semana Negra de este año acepté con mi habitual inconsciencia, casi sin pensarlo. La cosa consistía en presentar una serie de miradas diferentes sobre los relatos del Antiguo Testamento (o, en su defecto, sobre uno de nuestros libros de cabecera), y lo que él me pidió fue un cuento corto.
Durante las siguientes semanas estuve dando vueltas a la idea del Paraíso Terrenal como una especie de prisión. Me apetecía escribir sobre el momento en que Adán y Eva comen la fruta prohibida (que, según leí en alguna parte, tendría que haber sido un higo o una breva, y nunca una manzana) y contar cómo el velo de la ignorancia cae de sus ojos y se encuentran con un cielo lleno de estrellas y de incógnitas, y se miran y se ven desnudos y descubren el deseo, ya imaginan ustedes, el roce de las manos que por primera vez se siente como algo más. Me apetecía pero el tiempo pasaba, la fecha de entrega se acercaba y yo seguía sin saber cómo abordar la cosa. (A lo mejor había más miedo que vergüenza, no lo descartemos...)
En ese momento entró en escena el amigo Lorenzo, que me propuso una alianza relámpago para resolver la cosa en forma de historieta con imágenes de Ricardo. Él tenía una idea también, que me esbozó en cuatro frases... lo que no tenía era, tampoco, tiempo. Así que me volví a casa con el encargo de consultarlo con Ángel y preparar un primer borrador del guión a partir del rompecabezas común.
Ángel no puso problemas, claro. Y a mí me salió del tirón un texto que recogía en parte mis anteriores ideas y añadía, como remate, un personaje con el que los tres llevamos un tiempo trasteando y que parece que empieza ya, hoy, a tomar forma. (Seguramente el detonante ha sido, precisamente, esta historieta. El empujón que nos hacía falta.) No había propuesta de secuanciación hasta la última página, pero Ricardo resolvió la cosa con su habitual destreza y Lorenzo repasó, pulió y ajustó los textos y diálogos en tiempo récord, que es como mejor trabajamos...
La historieta se publicó este mes pasado en El Libro, volumen editado por la Semana Negra y que se regaló entre el público asistente a la misma, y comparte páginas con gente de la talla de Baudoin o Jordi Sempere, entre otros muchos historietistas, poetas, ilustradores o novelistas. Y, como muchos de ustedes no habrán tenido acceso a ella, aquí abajo se la dejo.
Sólo me queda dar las gracias a la gente de la Semana Negra, y en especial a Ángel: por la oportunidad... y por la paciencia.
(P.D.- Por alguna razón, la tercera página ha salido más bien rosa, en lugar de morada. Cosas de Blogger, supongo. Sorry.)
3 comentarios:
Está cojonuda. Uno se queda con ganas de ver los zombies de Sodoma :)
El rosa de la página tres (y la saturación de la misma en feisbuk) creo que se debe a que el archivo no es RGB, sino CMYK.
Un saludo
Gracias!
Adan no tiene pene, vaya...:-)
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