viernes, 28 de agosto de 2009

más breve aún: de George Sprott


Lo cierto es que sí me ha gustado, a pesar de la sensación, mientras lo leía, de que Seth se había transmogrificado (y me van a disculpar el palabro, pero es que no puedo evitar imaginarlo dibujado por Watterson, de traje y con sombrero y aire mundano al entrar en la caja de cartón, retraído y con jersey de pico al salir por el otro lado). En Ware, sí. Sin necesidad.

La historia es puro Seth. Incluso peca de serlo: esa idealización del pasado en sepia. Aprovechando la publicación seriada en The New York Times Magazine, el autor opta por entregas independientes, piezas de un puzzle que irán encajando, o no, hasta fijar la historia de George Sprott, estrella de la televisión familiar que tuvo su momento de gloria y fue, con el paso del tiempo, eclipsándose, transformándose en caricatura de sí mismo. Para el libro (una joya de tamaño superlativo, lujosa, un puro capricho: Drawn & Quarterly se ha superado), Seth elabora material nuevo, ordena y reordena, juega con la tipografía, añade matices; muchos matices, de hecho. Se convierte en alumno aventajado de Chris Ware sin renunciar a su propia manera de hacer, conservando (y potenciando) la calidez emotiva de su estilo.

Lo leí despacio, y a pesar de alguna extravagancia formal (no entiendo la necesidad de las páginas desplegables... casi me parece que están ahí por pura chulería), lo disfruté mucho. Ahora queda... encontrar un hueco en el que encajarlo, que las estanterías king-size están ya muy llenas.

5 comentarios:

Miguel Porto dijo...

A mi me parece que esa forma de hacer, "tan Ware", ya la había ensayado en Wimbledon Green, tampoco me parece tan sorprendente, y a decir verdad casi le veo más relación en su estructura con Ice Haven (que es verdad que es Clowes bajo la influencia del de Chicago), que al Acme.

JJP dijo...

Odio las ediciones de tamaño grande.

Las odiooooooo...

fcnaranjo dijo...

Ajá, sí, Wimbledon Green fue ensayo general de esto otro, y quizá menos redondo. Creo.

Juan Ignacio M. dijo...

Creo que voy a discrepar Sr., Naranjo.

A mí el "Wimbledon Green" me gustó bastante más que este (de hecho la lectura del "George Sprott" se me hizo un tanto árida al principio, y hasta que no lo llevaba avanzado, no empecé a disfrutarlo).

No sé si es realmente así, o es culpa mía por leer de forma previa al "George Sprott" alguna entrevista a Seth en que mostraba sus intenciones, o es culpa de la introducción (esas planchas en que aparece como un bebé y reflexiona sobre el tiempo, creo recordar, no lo tengo delante) pero me parece que hay en esta obra un exceso de intento "reflexivo/intelectualizante" que no termina de cuajar.
"Wimbledon Green" era mucho más fresco (evidentemente, los bizarros personajes ayudaban), con menos ambiciones aparentes, pero que terminaba funcionando mucho mejor.

Y, sí, a primera vista el volumen es muy bonito y espectacular, pero igualmente el coqueto y pequeño "Wimbledon Green", con sus bordes redondeados, creo que es preferible.

fcnaranjo dijo...

mmm... desde luego, prefiero la edición de Wimbledon Green. Aunque sea por manejable. (Y bromeo solamente a medias...)
y admito, también, que me costó entrar en la historia de George Sprott... pero es que también me costó hacerlo con Wimbledon Green.

no sé...