Terminé de leer la novela de Landero, Retrato de un hombre inmaduro, y tengo que decir que he disfrutado de cada página. Me gusta la naturalidad del texto, cómo la voz del narrador va desgranando las diferentes peripecias, cómo va y viene en el tiempo, su propia memoria, cómo se abandona a digresiones para regresar luego con una media sonrisa de disculpa, su tono picaresco, la ironía amable que se percibe desde las primeras frases.
Terminé también de leer Asterios Polyp, el libro (la novela gráfica, en fin) con el que Mazzuchelli regresa a la Historieta, y me gustó también mucho. Aunque me parece que está pidiendo a gritos una segunda lectura, porque hay cosas que probablemente adquieran nuevos significados entonces. Sí puedo decir ahora que el trabajo gráfico de Mazzuchelli es impecable, limpio y narrativo, inventivo y, en ocasiones, sorprendente. Es, además, muy discreto, no abruma, no transforma la página en un catálogo compulsivo de sus diferentes talentos plásticos, como a veces le ocurre a Ware. Tampoco me importa confesar que la historia me ha parecido que no acaba de cuajar por un problema de tono, creo: me parece demasiado fría en su desarrollo, no atrapa. Quizá es el personaje principal, con el que cuesta trabajo empatizar. Quizá ese truco del gemelo fantasmal no acaba de encajar bien como recurso. El caso es que no me ha preocupado mucho la suerte de Asterios, aunque sí la de los demás personajes, no sé si mejor definidos o más atractivos.
A la espera de la segunda lectura, pues. Ya si eso...
2 comentarios:
LEs tengo ganas a ambos... A ver si los RM me traen al menos uno.
;-D
Impacientes Saludos.
La novela de Landero va a ser excepcional,
intuyo que va a hacer "juego" con "Los príncipes valientes"
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