Y toca otra vez. Otra de esas fechas en las que en todos los medios aparece gente que pone cara seria, preocupada. Otra de esas fechas en las que se habla y se habla, se denuncia, se hacen públicos testimonios terribles.
Y ya. Mañana, a otra cosa.
Y no puede ser. Mientras haya jueces que consideren que si son chavales no se les puede aplicar el mismo rasero que a una pareja ya mayor de edad y las amenazas y el acoso se quedan en cosa de nada, una multa y ahí queda eso. Mientras entre la gente muy joven siga existiendo esa peligrosa percepción de que es normal tener la mano larga y a ver dónde vas con ese escote, que tú eres mía nada más. Mientras en los bares se siga escuchando que a ver qué haría ella, que las mujeres son como son y te sacan los hígados y encima se quedan el piso para acostarse con quien quieran en tu cama. Mientras se siga perdiendo el tiempo en debates absurdos sobre si es o no es, cómo llamarlo, si hace falta o no un ministerio, si también ellas a veces... mientras no se tenga claro clarito que eso se llama, o debería llamarse, terrorismo, porque lo es, terrorismo y ya... Mientras todo eso siga ocurriendo y se siga mirando a otro lado, mientras no nos concienciemos todos, mientras desde los púlpitos varios se predique la resignación, mientras todo el mundo señale los burkas ajenos para no ver los propios... nada va a cambiar. Por muchos días internacionales que haya, uno al año o uno por semana.
Y ya. Mañana, a otra cosa.
Y no puede ser. Mientras haya jueces que consideren que si son chavales no se les puede aplicar el mismo rasero que a una pareja ya mayor de edad y las amenazas y el acoso se quedan en cosa de nada, una multa y ahí queda eso. Mientras entre la gente muy joven siga existiendo esa peligrosa percepción de que es normal tener la mano larga y a ver dónde vas con ese escote, que tú eres mía nada más. Mientras en los bares se siga escuchando que a ver qué haría ella, que las mujeres son como son y te sacan los hígados y encima se quedan el piso para acostarse con quien quieran en tu cama. Mientras se siga perdiendo el tiempo en debates absurdos sobre si es o no es, cómo llamarlo, si hace falta o no un ministerio, si también ellas a veces... mientras no se tenga claro clarito que eso se llama, o debería llamarse, terrorismo, porque lo es, terrorismo y ya... Mientras todo eso siga ocurriendo y se siga mirando a otro lado, mientras no nos concienciemos todos, mientras desde los púlpitos varios se predique la resignación, mientras todo el mundo señale los burkas ajenos para no ver los propios... nada va a cambiar. Por muchos días internacionales que haya, uno al año o uno por semana.
1 comentario:
Qué razón tienes Paco!!
Me ha encantado eso de: "mirar los burkas ajenos, para no ver los propios"
Hay que seguir luchando (con duendecillos y enananitos en mano ;)
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