El sol engaña. Se cuela por la ventana, se derrama sobre el teclado e invita a salir a la calle: está el cielo de un azul que es para no creérselo, y hay nubes de algodón con la panza sombreada en gris oscuro...
Pero hace un frío nórdico, y el viento corta como un torrente de cuchillas.
En casa, huele a suavizante: la colada. Suena música suave. Hay un buen montón de libros y tebeos sobre la mesa, un par de películas por ver, pocas ganas de hacer nada...
Pasta y vino tinto. Bombones de postre.
Una manta de cuadros para arrebujarse delante de la pantalla.
Domingo...
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