Según reza en la pantalla justo antes de poder entrar en la plantilla a teclear estas líneas, hay ya ochocientas entradas colgadas aquí, en este espacio que ustedes y yo compartimos.
(Un poco de vértigo sí que da... Para bien, claro.)
El gris no se ha ido del cielo, digan lo que digan en la televisión, pero lo cierto es que ya ayer, entre chaparrón y chaparrón (y alguno sí llegó a ser casi tropical, por los cántaros que descargó en poco tiempo), las nubes dejaban ver el azul de la tarde antes de reagruparse luego y teñirse de un gris más oscuro y a vueltas con lo mismo... Y el sol llegó a calentar bien, a ratos...
A ver qué pasa después.
Hoy he madrugado algo más que de costumbre. Y aquí estoy, un poco sin saber qué hacer mientras espero a un mensajero que, ay, se retrasa ya sobre el horario previsto.
2 comentarios:
Esta noche no he dormido. Y, a pesar de que el sol sonreía como el gato de Cheshire, seguí viéndolo todo gris.
Hacía tiempo que no pasaba por aquí.
Saludiños.
Un saludo, María. Gracias por venir...
:)
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