sábado, 7 de julio de 2007

en penumbra

En el silencio de la tarde, con las persianas bajadas, hojear un libro como Demeter es un placer. Nadie como Ana Juan para plasmar la pesadilla del capitán atrapado en su barco, asediado por el horror sin nombre, por la niebla y la noche...


Demeter recoge un fragmento de Drácula, la breve aventura del barco que lleva al vampiro a Inglaterra, y lo recrea con pulso dramático y maestría en la elaboración de atmósferas turbadoras.

La edición (De Ponent) es, además, magnífica.

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