sábado, 7 de julio de 2007

verano

Es definitivo: está aquí, y vino a quedarse.

Aceras abrasadas, moscas, la atmósfera sofocante del metro y los aires acondicionados heladores en depende dónde.

Se terminan las series en la tele, se mudan los programas a otros horarios.

Y las lecturas pendientes se amontonan, a la espera de un inminente tiempo libre que, seguramente, ni será tanto ni tan libre...

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