lunes, 30 de julio de 2007

resaca

En seco, eso sí. Resaca de domingo, de horas de mucha gente, de jaleo, de sol, de garganta áspera...


Les quise decir ayer que la señora Lindo había estado señorial en su columna dominical con su carta abierta al juez del Antiguo Testamento (ese señor ruin de barbita, que parece más afín a las tablas de la ley, en versión Heston, que a lo que viene siendo la Constitución española y el marco legal). Les quise apuntar, también, que es una pena que la muchacha se hubiera apuntado estos días pasados al pelotón de los que nadan y guardan la ropa... Pero se me olvidó, ya ven. Se lo cuento ahora, un poco a toro pasado, para que vean que, en cualquier caso, me acuerdo de ustedes.

Ejem.


Les cuento, además, que estuve leyendo lo último que el señor Murakami publicó en inglés, After dark. Una novela breve y estilizada, de extrañas maneras y atmósferas aún más extrañas, una suerte de curioso documental existencialista. O la traslación al papel de lo que podría haber sido una película de David Lynch (y sí, sé que es la comparación fácil cuando no sabe uno cómo interpretar algo, pero de verdad que en este caso lo parece), incluso con indicaciones de cámara (lo crean o no, las hay). Trata de un grupo heterogéneo de personas que cruzan sus vidas, siquiera de manera tangencial, a lo largo de una noche. Un grupo de personas en el que figuran dos chicas de las que sólo Murakami sabe inventar (y quien le haya leído sabrá de qué hablo).



El resultado no es satisfactorio, de todas formas. En especial, después de Kafka en la orilla: no está a la altura. Sí resulta una lectura ligera y agradable, y sí guarda entre sus páginas un par de momentos, dos o tres escenas, algún personaje, de los que se quedan a vivir durante un tiempito.


Y les cuento que estoy viendo, despacito, casi casi al ritmo de una entrega diaria, la sexta temporada de Las chicas Gilmore. Y que es una joya, como lo fueron las anteriores.


De momento, poco más. Buenos días. (Y mucho cuidado con el sol: quema.)


(Les cuento, por cierto, aunque lo habrán notado ya, que las imágenes que he colgado en la columna de su derecha me salen achatadas por los polos, y no tengo claro a cuento de qué, porque hago exactamente lo mismo que antes. Misterios...)

1 comentario:

Mar dijo...

tengo pendiente el del pájaro que da cuerda... me he enfrascado en la trilogía de Idhún (ná que me enganché cual adolescente) y Matilde Asensi y ahí lo tengo para disfrutarlo uno de estos días.