neospirou

He podido leer (y disfrutar de) la tercera entrega de ese nuevo invento, Una aventura de Spirou y Fantasio por... El título: Le tombeau des Champignac; los autores, Tarrin y Yann.

Por partes. Primero, el invento: dejar los personajes en manos de autores con cierto renombre e imaginario propio para que elaboren una aventura cerrada en sí misma que sirva de homenaje y bombona de oxígeno al tiempo. No hay deconstrucción, no hay rompimiento. Ni falta que hace.

Ha habido tres entregas hasta ahora, y hay al menos dos en preparación, según parece. La primera entrega, Les géants pétrifiés, estuvo a cargo de Yoann y Vehlmann: un trabajo en el que destacaba un grafismo potente y fibroso, muy espectacular. La segunda, Les marais du temps, vino firmada por Frank Le Gall, y recuperaba el buen hacer de un autor que fue fundamental hace unos años en la construcción de una mirada nueva sobre la BD clásica de aventuras. Dos lecturas refrescantes y satisfactorias que vienen a confirmar que no son los personajes los que envejecen, sino la manera de abordarlos.

La tercera entrega redunda en lo que he dicho. Yann plantea un guión clásico en el que abunda el slapstic (y es sorprendente la cantidad de páginas que se resuelven sin diálogo), y Tarrin demuestra una plasticidad y un entusiasmo gráfico notables (y hasta sobresalientes). No es un libro que vaya a pasar a la historia (no lo es ninguno de ellos), pero no se trata de eso: hablamos de lecturas de evasión, hablamos de disfrutar de una obra que no pretende más que eso, hacernos disfrutar. Y hablamos de un álbum que admite relecturas, además, no uno de esos que se olvidan a la hora de haberlo cerrado.


Trasteando por ahí, descubro que hay otros dos (al menos) en preparación. El primero, a cargo de Émile Bravo (Le journal d'un ingénu), promete mucho, y aquí pueden ustedes curiosear. El otro aparece entre los proyectos de Trondheim, y estaría dibujado por Parmé (lo que me llena de gozo, oigan, que la pareja puede hacerlo muy, muy bien, como ya sabemos).