miércoles, 6 de febrero de 2008

sol


Entra por la ventana, pero no se crean que calienta mucho. Lo justo.

Esta semana está siendo rara, viene como a destiempo. Despierto demasiado temprano cada mañana, me meto en la ducha, conecto el ordenador, pongo la televisión. Y antes de desayunar leo titulares, curioseo en el éter, selecciono alguna cosa vistosa que colgar y compartir. Y el pan recién hecho, el periódico que me mancha los dedos de tinta, pasear un ratito antes de hacer la cama.
Flota en el ambiente una sensación de intermedio, de espera, como si todo febrero fuera eso: una estación de paso, ese sitio que uno ve detrás de las ventanillas del tren mientras lo sobrepasa despacio, un andén vacío y soso.

Si no fuera por los obispos y sus macarradas... qué aburrimiento.



Buenos días.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"una sensación de intermedio, de espera, como si todo febrero fuera eso"

de acuerdo una vez más(¿y van...?)

pero eso no es malo,
creo

Luis de Luis

fcnaranjo dijo...

No, no lo es.

:-)