viernes, 18 de abril de 2008
gatos y kimonos
En principio, estarán conmigo, una combinación sin igual: kimonos y gatos. Y libros, papel blanco, tinta negra, espesa.
Nancy Peña publicó ya con Dibbuks El gabinete chino, que me gustó mucho. Y publicó dos entregas de La cofradía del mar, más tradicional en sus códigos, que me gustó menos. Ahora, con El gato del kimono ha acertado de pleno, me parece. Un libro sorprendente, que va desvelando con cada capítulo nuevas piezas del rompecabezas. Un libro regido por lo onírico y que mezcla a Holmes y Watson con Alicia y su otro lado del espejo. Un libro en el que lo fabuloso desarbola cualquier asomo de linealidad, y cuyo motor es la sensualidad: la mirada sensual de la autora, el tacto sensual de la seda del kimono, la sensual presencia de un gato que va y viene, la ensoñación sensual del marinero enamorado, la sensualidad del papel, del olor a tinta, del trazo de la autora y su gusto por los contrastes de blanco y negro.
Es un libro pequeño, breve, que se lee con gusto. Un libro para disfrutar despacio. Un libro para hojear y dejarse llevar. (Y la edición de Dibbuks, impecable.)
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2 comentarios:
Como mínimo la portada es fantástica.
El interior está a la altura, compañera.
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