Yo no entiendo, claro. Pero, mientras los obispos italianos se congratulan de la victoria del padrino Berlusconi, hoy en Madriz hemos estado tomados por un montón de nobles defensores de los valores deportivos, ya saben, borrachos pendencieros, ultras, fascistas de variado pelaje a la sombra del fútbol.
Que luego dicen de los olímpicos y China y demás... pero, mientras que cada incidente racista, fascista, violento y etcétera es calificado por sistema de una mera incidencia aislada, estamos vendidos... y además se insiste en plantear que, bueno, lo deportivo, los deportistas (esos mismos que se suben a la Cibeles luciendo bufandas de los Ultrasur...) son modelos para los chavales... qué les voy a contar: estamos en manos de tarugos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario