Miraba la exposición y me acordaba del final de Fugitivo. Fugitivo es un tebeo que edita Sinsentido, que firma Laurent Maffre y que adapta el trabajo de Alfred Londres a propósito de una peripecia real, la de Dieudonné, anarquista condenado por un crimen que no cometió. Un tebeo en el que se rastrea la sombra de Tardí (y yo, además, vislumbro el rastro de Arjona, pero seguro que me equivoco: digamos que hay, a ratos, un tratamiento atrevido del trazo y de la mancha que me recuerdan a El Cubri de Sombras). Un tebeo amargo y riguroso, que emociona.
Y miraba la exposición y me acordaba de lo que el protagonista cuenta de las maletas: llevar una maleta en la mano es llevar la libertad.
Corran a su librería, háganse con el libro. Y, si pueden, acérquense a Madriz, a La Casa Encendida (está al ladito de Atocha, a dos pasos de Lavapiés).
Y miraba la exposición y me acordaba de lo que el protagonista cuenta de las maletas: llevar una maleta en la mano es llevar la libertad.
Corran a su librería, háganse con el libro. Y, si pueden, acérquense a Madriz, a La Casa Encendida (está al ladito de Atocha, a dos pasos de Lavapiés).
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