Anoche empezaron a emitir en Cuatro la segunda temporada de Dexter, serie revelación y bla bla bla, ya saben. Y yo me pregunto... ¿qué razón hay para condenarla a ese horario? ¿Qué razón hay para, además, emitirla en tandas de tres episodios que se alargan hasta bien entrada la madrugada? Es lo que hicieron con la segunda temporada de Roma, y es lo que hicieron con los últimos episodios de Salvando a Grace.
¿Por qué? Porque si no quieren que la gente vea esas series, se ahorrarían un dinero no comprándolas y ya está. Que para maltratarlas en pantalla están ya A3 o TVE. ¿O hay una conspiración turbia, y las compran para malemitirlas y asegurarse así de que de verdad no las vea nadie? ¿Es cosa del Opus, de la abuelita de Rosa Montero?
(No, yo no terminé anoche de ver los episodios. Dejé grabando una cinta de arrastre, de las dos que todavía conservo y que están ya a punto de desintegrarse en el interior del lector de video...)
6 comentarios:
¡Fantástica 2ª temporada (al igual que la primera)!! nosotros la vimos en la Fox (enganché a mis hijos jejeje) y estamos ya pendientes de la 3ª (que no se yo si nos resistiremos a verla en V.O. como "Prison")
¡¡Buen findeee!!!
Toda la razón Francisco, toda toda toda toda. Una traición al espectador en toda regla con unas series que no se lo merecen (Roma la compré en DVD porque no quiero verme pateado por las malas artes de unos programadores hijos espiritules de Jeffrey Dahmmer, la de Dexter no me parece tanto como dicen pero me gustaría verla tranquilamente, un episodio hoy, otro mañana quizás, a una hora más humana, porque muchos madrugamos para empezar a currar)
(A juzgar por los dos episodios vistos... esta segunda parece que me gustará más que la primera. Pero sí, en general a mí Dexter no me parece tan maravillosa...)
recomiendo Dexter en VO, y al respecto colgué en su día una comparativa VO/Dobleje de escándalo, aquí:
http://estodigo.blogspot.com/2008/07/contra-el-doblaje-levanto-mi-mano.html
(además, en Dexter se habla no poco spanglish)
Yo tenía mis dudas con respecto a la segunda temporada porque, torpe de mi, entendía que no sería creible otro rival a la altura, pero la serie cambia en ese sentido con mucha inteligencia y es, como mínimo igual de intensa que la primera temporada.
Otro efecto que produce el acumular capítulos y quemar las temporadas a altísima velocidad es que resulta más complicado "enseñar" al público a sentarse a las 11 de la noche de un día determinado a ver su serie favorita, cosa que antes sí ocurría. Intentad recordar series de la infancia y luego mirad cuantas temporadas o capítulos tenían, parecían eternas y fueron muchísimo menos longevas que bastantes de las actuales.
Están echando al público a las colecciones de vídeo y a la red en unos años en que disponen seguramente de la mejor producción televisiva de la historia. ¡Ya les vale!
(I know, Punch. Mejor en inglés: algo que resolveré en su momento, cuando aparezca el DVD.)
Es lo que echo de menos, AnnieC: la sensación de esperar el siguiente episodio. El continuará (lo hubiera o no).
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