cloacas de papel

Estos días asistimos a un pequeño festival de cinismo en los medios impresos españoles (uno más, sí... pero este es especial). Verán, se ha desarticulado una red de explotación de mujeres, que eran obligadas a prostituirse y que se anunciaba en las páginas de algunos de los periódicos más importantes y dignos del país. Y resulta que, al menos en el diario de PRISA, la noticia se ha tratado únicamente (que me corrija alguien si me equivoco, que últimamente ando muy despistado) en el suplemento de Madrid, una única vez y citando como de paso el asunto de la publicidad. Mientras tanto, Público (que no admite anuncios de contactos) no ceja en su empeño de meter el dedo en el ojo de la competencia (con toda la razón, me parece... pero en fin).

Y lo más grotesco es escuchar las justificaciones de los responsables de los periódicos en los que aparecieron los anuncios relacionados con la red desarticulada... diciendo que ellos no saben no contestan y que es la policía la que tiene que prohibir no sé qué... Hombre, no estaría de más no sé... callarse, al menos. Que bastante impresentable es ya la situación.

Un asco, en suma.