Me gusta, en general, Público. Es un diario ligero de apariencia pero de esqueleto robusto, fácil de leer pero no banal (aunque a menudo peque de obvio). Se le ven las costuras, sí. Las opiniones las llevan muy a gala, y eso está bien. Pero el tratamiento que han hecho de todo el tema de los controladores ha sido vergonzoso. Y el titular de portada de hoy ("Los controladores se rinden"), así como mucha de la (des)información que proporcionan como para resumir con la puntilla en la mano (ellos, tan poco toreros), es tan de juzgado de guardia como ese otro de El Mundo, no sé si recuerdan, de cuando se aprobó en el Parlament la prohibición de las corridas de toros ("Triunfan los animales", creo que rezaba, bajo la fotografía de Carod y Montilla).
Ellos, tan críticos con el periodismo tendencioso y basura que hacen los demás, deberían aplicarse el cuento.
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