Y veo, a ratos perdidos, Bleak House (Casa desolada), la última adaptación televisiva de la novela de Dickens, con Gillian Anderson y Charles Dance y un montón de actorazos. Capítulos de algo menos de media hora, una ambientación espectacular, un guión milimetrado y... eso, actores y actrices de los que ponen la carne de gallina.
(Porque, entre otras muchas razones, estoy un poco cansado de zapear una y otra vez por teletiendas, videntes y tertulias para gilipollas... )
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