y ya luego será la vuelta al trabajo y los dos últimos días del año, y 2011 arrancando, reluciente y lleno de expectativas, rumbo al futuro. Días de lectura, pero sobre todo de ajetreo: la pre-mudanza que todavía no acaba de ponerse en marcha, limpiar, comprar, contratar. Y días de familia, claro.
La verdad, no me acabo de hacer a la idea de que se acaba el año... y menudo año, además: no son pocos, de mi gente, los que están deseando que termine...
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