Estos días ha vuelto a montarla el amigo Navarro dando públicas explicaciones de los entresijos monetarios de la edición de manga de Glénat. Y me llama la atención, sobre todo, la intransigencia de muchos de quienes dejan sus comentarios, airados e indignadísimos. Y anoche me acordaba de todos ellos, mientras pagaba 11 eurazos, 11, por una copa en un garito que tampoco era como para tirar cohetes (aunque las go-gós vestidas de enfermera que por allí se movían le daban, eso sí, un peculiar ambiente que no sé si atreverme a definir). Estamos en lo de siempre: aquí, la gente exige el libro de reclamaciones porque una exposición en el Museo del Prado se cobra aparte, pero vienen casi todos, encantados, de dejarse un pastón en el museo del Real Madrid, donde se han hecho simpáticas (y no baratas) fotos con un cartón tamaño natural de Cristiano Ronaldo. Y no importa las explicaciones que se den, los porcentajes de producción, los sueldos, los alquileres de espacios, la distribución, las ventas... No insista, señor Navarro, que no va a haber manera.
2 comentarios:
pues a mi me ha parecido muy bien esa entrada, igual no cuenta nada que no pudiese uno o saber o imaginarse, pero me ha parecido bastante interesante leer las cifras exactas
Es interesante lo que dice y está bien que un editor lo haga. Sería bueno que lo hicieran todos.
Pero, si lees los comentarios, verás que la mitad de la gente no quiere entender lo que Navarro dice... o igual es que no saben sumar, no sé...
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