Les cuento que esta mañana he salido a hacer unos papeleos y he aprovechado para curiosear un poco en alguna librería... Como he recuperado el tomo gigantesco de los cuentos completos de Ballard, me he visto obligado a traerme a casa un par de cositas suyas, dos novelas: El día de la creación (en Minotauro) y Furia feroz, un algo de apariencia policial (en Booket).
Me gusta mucho Ballard. Recuerdo el impacto que para mí fue la lectura de Crash y de La exhibición de atrocidades. Recuerdo las imágenes y recuerdo la prosa quirúrgica. Y los conceptos, brutales y de una extraña belleza.
No les digo que vaya a ponerme con las casi 1200 páginas del tomo (en inglés, además), pero sí que está ahí mismo, a mano, y que es probable que relea alguno de los relatos que en su momento me gustaron más. (Pienso en The Watch-Towers, por ejemplo, que me pareció un sorprendente antecedente de los mundos de Schuitten...)
Mientras tanto, el invierno parece que ha vuelto a levantar la mano...
Luego les cuento más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario