Por lo demás, te cuento que sigue por aquí el frío. Va pareciendo que estemos en enero. El cielo está gris y hay como una niebla que se queda enredada entre las ramas desnudas de los árboles.
Con este tiempo, claro, no pueden salir los dirigibles. La plataforma está vacía ahora, el viento barre el cemento áspero. Apenas se distinguen las siluetas ovaladas flotando alrededor, amarradas con fuerza, gigantes: qué sensación extraña de sueño inacabado.
2 comentarios:
Lo cierto es que quedó una tarde maravillosa, casi primaveral... que no es por llevarle la contraria, Sr. Naranjo.
;-D
Besitos
si es que hay que seguir los sueños hasta el final y hasta continuar...
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